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¿Cuándo llevar a un adolescente al psicólogo?

¿Cuando llevar a un adolescente a terapia?

El mejor momento para llevar a un adolescente al psicólogo es cuando una dificultad se ha convertido en un problema. En este artículo te voy a contar cuál es la diferencia entre dificultad y problema, qué cosas son normales durante la adolescencia y cuales deberían preocuparte.

Que un adolescente vaya al psicólogo es normal, ya que la adolescencia es un periodo crítico en el que tu hijo probablemente quiere tener más autonomía para definir su identidad. Y esto es importante porque va a determinar como va a funcionar su vida social y como se va a integrar con su grupo de amigos.

En esta etapa no lo puedes tratar como un niño ya que es mas autónomo y siente curiosidad por el mundo. Pero tampoco lo puedes tratar como un adulto ya que aún le falta experiencia y conocimiento sobre la vida para disfrutar de su libertad de forma responsable.

Entonces se vuelve importante encontrar un equilibrio entre establecer límites y progresivamente ofrecer más derechos y libertad.

Algunas veces esto se complica y aparecen situaciones desconcertantes.

Tips para saber cuando llevar a tu hijo adolescente al psicólogo

Para determinar si una situación se debe tratar con un psicoterapeuta yo tengo una “brújula conceptual” y te voy a enseñar como se usa.

Es un proceso muy sencillo que nos da luces sobre la gravedad del problema y la importancia de tener el apoyo de un especialista en procesos de cambio adolescente.

Primero hablemos sobre lo que es “normal” y lo que debería preocuparte.

¿Qué es normal durante la adolescencia?

Existen muchos mitos sobre los adolescentes, su forma de regular las emociones y como interactúan con las figuras de autoridad.

Muchos padres piensan que es normal que sus hijos adolescentes tengan ataques de ira, que duerman todo el día, que les falten al respeto o que estén completamente aislados sin comunicarse con nadie.

“Así son los adolescentes…”

Sin embargo, estas situaciones no son necesariamente normales y se les debería prestar atención.

Es normal que tu hijo tenga un episodio de ira, pero no es normal que estos ataques sucedan todos los días y que se repitan con papá, mamá, profesores y amigos constantemente.

Es normal que tu hijo tenga nervios porque debe hacer una exposición y no le gusta hablar en público. Pero no es normal que permanezca ansioso todo el tiempo o que estos eventos le generen ataques de pánico.

Es normal que tu hijo se sienta triste porque su relación de 1 mes no funcionó. Pero no es normal que se aísle completamente y corte la comunicación contigo.

Es normal que tu hijo diga una mentira de vez en cuando con una buena intención (por ejemplo, para proteger a un amigo), pero no es normal que todo el tiempo te diga mentiras para salirse con la suya.

Es normal que tu hijo pierda algún examen en el colegio o que tenga dificultades con alguna materia en específico. Pero no es normal que todas sus notas sean bajas y que esté en riesgo de perder el año.

Como te puedes dar cuenta pequeños tropiezos aislados son naturales, pero cuando esto se convierte en algo habitual es hora de prestarle atención. Lo cual me lleva al siguiente punto.

¿Cuál es la diferencia entre una dificultad o un problema?

Todos tenemos tropiezos en la vida, pero también estamos llenos de recursos que nos permiten sortear los obstáculos para dejarlos atrás.

Estos tropiezos que se resuelven con rapidez son conocidos como dificultades.

Que tu hijo tenga dificultades es natural y es parte de su proceso de crecimiento. Una dificultad no es razón suficiente para buscar apoyo de un psicoterapeuta.

Pero…

Algunas veces las dificultades empiezan a ser muy frecuentes y empezamos a preocuparnos. Entonces intentamos todo lo que parece lógico para resolverlas, pero la situación sigue igual o en el peor de los casos empeora.

En este punto la dificultad se convierte en un problema y empieza a deteriorar varios aspectos de la vida de tu hijo.

Por ejemplo puede deteriorar su relación contigo y otros familiares, puede empezar a tener dificultades para regular sus emociones, interactuar con otras personas o para tener buenos resultados en el colegio.

Si una dificultad se transforma en un problema puede ser momento de llevar a tu hijo adolescente al psicólogo.

Signos para estar alerta

Para saber si tu hijo está teniendo un problema que requiere de apoyo psicoterapéutico acá te dejo una lista de síntomas que comúnmente aparecen cuando un adolescente está teniendo un problema que requiere del apoyo de un psicoterapeuta.

También puedes leer: ¿Cuáles son los problemas psicológicos más comunes en adolescentes?

  • Esta durmiendo demasiado
  • No tiene amigos
  • Muestra que no tiene interés por nada
  • Esta enojado todo el tiempo
  • Tiene dificultades para regular sus emociones
  • Está aislado
  • Cuando le preguntas como está dice “bien” pero no te cuenta nada más sobre como se siente
  • Permanece todo el tiempo triste
  • Tiene una baja autoestima
  • Tiene una preocupación excesiva por su desempeño
  • Consume drogas
  • Se ha lastimado a si mismo
  • Se culpa por una situación del hogar
  • Riñe constantemente contigo cuando pones límites
  • Su apetito ha disminuido
  • Tiene dificultades para dormir

Importante: Si tu hijo tuvo alguno de estos episodios pero solo sucedió una vez o durante un periodo corto de tiempo, no necesariamente estás frente a un problema de comportamiento adolescente complejo.

Sin embargo, si estos comportamientos son reiterativos y a pesar de todos tus intentos las cosas siguen igual o están empeorando, puede ser importante buscar un psicoterapeuta especializado en trabajar con adolescentes.

¿Todos los problemas de comportamiento se tratan con un psicólogo?

No todos los problemas que en apariencia son psicológicos tienen que tratarse con un psicoterapeuta.

Me explico:

Puede suceder que un adolescente empiece a tener notas bajas, y esto lo puede llevar a tener dificultades con sus padres, que ahora se sienten decepcionados o enojados.

Las causas para esta situación pueden ser diversas:

Por ejemplo:

En un caso así podría suceder que el adolescente tenga TDAH (deficit de atención por hiperactividad), y esto lo puede llevar a tener un bajo rendimiento escolar.

En ese caso sería importante hacer un examen neuropsicológico. Por tanto se trabajaría con un neuropsicólogo y no con un psicoterapeuta.

Sin embargo, este mismo caso, podría relacionarse con una discusión que tuvo con su grupo de amigos más importante. Al estar pensando todo el tiempo en esta situación no está concentrado en sus estudios y tal vez no sabe como solucionarlo o como hablarlo con sus papás.

De manera que una dificultad se ha convertido en un problema y sería importante tratarla con un psicoterapeuta.

Conclusión

La adolescencia puede ser un periodo complicado, tanto para padres como para hijos, sin embargo, hay muchos comportamientos que no son normales.

Es recomendable prestarles atención a estas situaciones para tratarlas a tiempo. Si esta situación se está convirtiendo en un problema puede ser hora de llevar a tu hijo adolescente al psicólogo.

Muchas veces estos problemas no parecen lo suficientemente importantes así que los padres los dejan pasar. Luego estos chicos se convierten en adultos, y estos comportamientos que simplemente parecían incómodos se convierten en verdaderos dolores de cabeza que son más complejos de tratar.

Un adolescente que tuvo la oportunidad de transformar su problema en un recurso a tiempo generalmente tiene una gran ventaja cuando es adulto y va por la vida con mayor libertad y confianza.

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