Que un adolescente no quiera ir al psicólogo es algo completamente normal. Es una de las situaciones que más encuentro como psicólogo de adolescentes.
Existen muchas formas diferentes de abordar esta situación. Acá te voy a compartir las mejores formas de abordarlo.
Primero hablemos sobre la causa.
¿Porqué un adolescente no quiere ir al psicólogo?
Primero quiero que tengas en cuenta esto: Inclusive para los adultos es complicado ir al psicólogo. Existen muchos mitos sobre la psicoterapia y esto impide que se tome como algo natural. Probablemente el mito más común es este: “La psicoterapia es para los locos y yo no estoy tan grave”.
Teniendo en cuenta que para los adultos esto es así, es fácil entender que también los adolescentes pueden tener temor.
Algunas de las causas más comunes por las cuales un adolescente no quiere ir al psicólogo son:
- “No tengo ningún problema”
Esta es la causa más común. Puede que tu hijo adolescente tenga dificultades para reconocer y regular sus emociones e ir al psicólogo puede significar que él reconozca que tiene un problema pero no quiere ser visto como alguien vulnerable que necesita apoyo.
- Siente que nadie lo entiende
Esto también es muy común.
Los adolescentes viven una realidad diferente a la de los adultos. Es probable que haya hablado con algún profesor o contigo y siente que nadie entiende lo que le pasa.
Esto puede hacerle pensar que un psicólogo tampoco va a entender su mundo y que le va a decir las mismas cosas que ya ha escuchado.
- No quiere hablar con un extraño
Muchas veces nos cuesta abrirnos con otros. Especialmente cuando es para hablar sobre situaciones muy personales.
Si tu hijo adolescente no puede hablar contigo sobre sus sentimientos o pensamientos más personales, es normal que tampoco quiera hablar con una persona que no conoce.
- Ve al psicólogo como un policía
Tu hijo puede pensar que el psicólogo es otra figura de autoridad que le va a hablar sobre la moral y las cosas que debería hacer.
Puede sentir que el psicólogo es alguien que tiene como misión ayudar a los padres a controlarlo.
- Cree que nadie lo puede ayudar
También es probable que sienta que tiene un problema incomprensible y está seguro de que nadie puede descifrar lo que está sucediendo. Así que no quiere usar más energía tratando de explicar algo que ni el mismo entiende y que no le ha podido explicar a otros.
- No quiere tener problemas con sus padres
Otra posibilidad es que sienta que sus padres se van a enterar de lo que hable con el psicólogo y tiene miedo esto le genere problemas de convivencia en casa.
Por esta razón se siente entre la espada y la pared.
- Ya ha ido al psicólogo
Muchos de mis consultantes han estado en procesos de psicoterapia anteriormente y no han salido como ellos esperan. Algunas veces se han sentido juzgados o no escuchados. También puede sucede que no hayan conectado con su terapeuta.
¿Cómo llevar a un adolescente al psicólogo?
Habla con tu psicólogo
Los psicólogos tenemos diferentes perspectivas sobre como se debería abordar esta situación.
Es clave que estés en contacto con tu psicólogo de confianza para que él te pueda asesorar sobre su forma de abordar esta situación.
Informa a tu hijo
Llevar a un adolescente al psicólogo sin explicarle a donde va o que va a suceder puede ser contraproducente.
Es común que en esta situación el adolescente se ponga a la defensiva y no hable sobre lo que siente o piensa. Esto claramente va a impedir que el proceso psicoterapéutico se desarrolle con naturalidad.
Es importante que puedas hablar con tu hijo sobre la decisión que tomaste para conocer su punto de vista y responder a sus preguntas.
Prepárate para responder sus inquietudes
Muéstrate abierto a hablar con él. No necesitas tener todas las respuestas o conocer todas las preguntas.
Con que estés abierto a hablar sobre esto como algo natural es más que suficiente para apoyar a tu hijo, esto le permitirá sentir tranquilidad con tu decisión.
¿Qué puedes hacer si tu hijo no quiere ir al psicólogo?
Asiste a consulta sin tu hijo
Es normal que el proceso de psicoterapia empiece con los padres. Inclusive si no participan los hijos. Esto es completamente natural y sucede muy a menudo cuando el hijo adolescente siente que no tiene ningún problema o se muestra sumamente rebelde y resistente.
Se pueden generar cambios estratégicos muy efectivos únicamente con la colaboración de los padres y los cuidadores primarios.
Muchas veces después de algunas consultas encontramos estrategias efectivas para que el adolescente venga o note su problema sin chocar con sus padres. También es muy común que termine el proceso sin necesidad de hablar con el adolescente.
Habla con él para entender su punto de vista
Hay muchas razones por las cuales un chico puede no querer ir a terapia. Entender cuál es su experiencia interna en relación con ir al psicólogo, puede ayudarte a determinar cuál es la mejor forma de ayudarlo a tener una perspectiva diferente.
Generalmente no funciona usar frases comunes que tu hijo ha escuchado muchas veces. Por lo que es mejor definir específicamente que es lo que le genera molestia o malestar para ayudarlo a pensar diferente sobre esa situación específica.
Encuadra la terapia como algo natural
Ayúdalo a entender que ir al psicólogo es algo completamente normal y es algo que hace todo tipo de personas. Incluidas las personas que tienen éxito en su vida.
Algunas veces se daña una tubería en casa y llamas a un experto que se encargue de arreglarlo, igual cuando se daña tu carro y debes llevarlo al mecánico.
Pedir el apoyo de un experto en comportamiento humano y cambio es el mejor recurso a la hora de enfrentarnos a nuestros puntos ciegos.
Es natural y positivo que cuentes con el apoyo de una persona que te ayude a conocerte mejor y que te muestre esas cosas que haces sin darte cuenta.
Menciona los beneficios de hablar con un adulto que entiende su mundo
También puedes hablarle sobre como el psicólogo se ha especializado en comprender como se ve la realidad desde los ojos de un adolescente.
Es común que como adultos no entendamos o no le demos tanta importancia a las cosas que suceden durante la adolescencia. Pasamos por ahí hace un tiempo y nuestro mundo es completamente diferente.
Por esta razón algunas veces nos cuesta entender como pueden darle tanta importancia a algo que para nosotros es pequeño.
Hablar con una persona que entiende su experiencia interna puede ayudarlo a sentirse comprendido y a encontrar caminos que hagan sentido para él.
Conclusión
Recuerda que quieres llevar a tu hijo al psicólogo porque probablemente está teniendo un problema que no ha podido solucionar.
En ese orden de ideas, no es necesario que él venga para que podamos apoyarlo para solucionar su problema.
Los cambios más efectivos que he visto desde mi experiencia, se dan cuando se genera un contexto en el que crecer es natural. Esto se logra muchas veces únicamente con ayuda de los padres y se logra en pocas consultas.
Mi trabajo como psicólogo para adolescentes, consiste en ayudar a tu hijo a entender el mundo desde un ángulo diferente para que encuentre formas más saludables de vivir.
Pero también mi trabajo consiste en ayudar a padres, madres y cuidadores a encontrar su poder en estas situaciones. De esta manera se pueden generar cambios estables y rápidos.